Es un tipo de prueba de usabilidad rápida y económica que se lleva a cabo en entornos informales, como cafeterías, parques o espacios públicos. La idea principal es obtener feedback inmediato sobre un producto o prototipo de personas que no están necesariamente familiarizadas con él.
En un test de guerrilla, tú te acercas a personas al azar, les pides que realicen una tarea específica en el producto, y observas cómo interactúan con él. Estos test son útiles para identificar problemas de usabilidad evidentes y recoger impresiones iniciales sin necesidad de un laboratorio formal o equipos costosos.
El objetivo del test de guerrilla es recopilar insights rápidos que pueden ser usados para hacer ajustes tempranos en el diseño antes de realizar pruebas más exhaustivas o formales.
En la etapa 1, se crea un plan de testeo que incluye reclutar usuarios, definir objetivos e hipótesis, establecer tareas y escenarios, y establecer métricas. Este plan guía el proceso de prueba y asegura que se obtengan resultados relevantes y medibles.
Se realiza el test observando a los usuarios, identificando las tareas que realizan, detectando posibles soluciones a problemas encontrados y entrevistando a los usuarios para obtener información detallada sobre su experiencia.
Identificar el lugar y el público
Para comenzar, es fundamental seleccionar un lugar con alta afluencia de personas, como cafeterías, parques, u otros espacios públicos donde puedas encontrar gente dispuesta a participar. Aunque el test de guerrilla se realiza con personas al azar, es importante intentar acercarse a individuos que se asemejen al público objetivo del producto que estás evaluando, asegurando que las observaciones obtenidas sean relevantes.
Realizar el test
La aproximación a los participantes debe ser casual y amigable, explicándoles brevemente lo que estás haciendo y pidiéndoles su ayuda de manera sencilla. A medida que interactúan con el producto, observa cuidadosamente su comportamiento sin intervenir, y toma notas sobre cualquier problema, comentario o duda que surja durante el proceso. Al finalizar, realiza algunas preguntas rápidas para conocer su experiencia, enfocándote en lo que encontraron fácil o difícil, así como en cualquier otra observación que puedan aportar.
Cada cliente que participe en un test de usuario recibirá un incentivo no perecible y fácil de trasladar al finalizar, junto con instrucciones de uso, vencimiento y condiciones de almacenamiento si aplican.
Se analiza el test evaluando la actitud del usuario el éxito en las tareas. Se identifican problemas y se revisa cómo los usuarios interactúan con el producto para mejorar la experiencia.
Revisión de Notas: Después de realizar el test con varios participantes, revisa tus notas para identificar patrones. ¿Hay algún punto en el flujo de la reserva que sea un obstáculo común?
Priorizar: Si notas que varios usuarios tienen dificultades para encontrar la opción de seleccionar el número de comensales, por ejemplo, esto indicaría un área que necesita ser mejorada.
Se crea un reporte revisando videos o audios del test. Se identifican problemas y buenas prácticas, y se ofrecen recomendaciones para mejorar el producto basado en el análisis de la prueba.